Ubicada en el lado noroeste del teatro, en el primer piso, fue creada como sala de presentaciones y ensayos musicales. Además, como en el país no existía la costumbre de ir al teatro, esta sala del Teatro Nacional fue el escenario de charlas, conferencias y cursos, para la formación del público quisqueyano en apreciación musical.
El libro de los veinticinco años de Teatro Nacional cuenta que, en búsqueda de la diversificación de su oferta, “fue necesario replantearse la utilización de los espacios del teatro. De año en año, la Sala Ravelo fue cobrando mayor importancia, por su capacidad de acoger espectáculos más pequeños (tiene capacidad para 189 personas), menos costosos, y también más diversos que la Sala Principal”.
Es a partir del inicio de la década de los 80, que se determina su exclusividad para obras teatrales, con temporadas fijas desde 1990.
Desde entonces, esta sala ha sido testigo de muchas y grandes presentaciones y artistas. Por su origen musical, esta sala lleva el nombre del músico y compositor dominicano José de Jesús Ravelo.
En el Teatro Nacional, máximo escenario del teatro dominicano, se requiere asistir con una vestimenta acorde a las presentaciones: algunas de gran solemnidad, otras menos formales.
Es por esto que nos reservamos el derecho de admisión a personas con vestimentas inadecuadas, como pantalones cortos, bermudas, minifaldas, jeans (a menos que sea un espectáculo infantil), zapatos deportivos, sandalias, entre otras.
En la Sala Ravelo se admiten vestuarios casuales, siempre que sean adecuados al recinto.